El Tizón tardío, causado por el oomyceto Phytophthora infestans, es una de las enfermedades más devastadoras del cultivo de la papa a nivel mundial y está presente en casi todas las áreas productoras de papa del mundo, siendo muy destructiva cuando el cultivo crece en ambientes temperados y húmedos. Bajo estas condiciones, el patógeno afecta al follaje y tallos, reduciendo la capacidad fotosintética del cultivo y consecuentemente la calidad y producción de tubérculos. El Tizón tardío es un factor limitante en los cultivos de papa de muchos países y fue el responsable de la hambruna ocurrida en Irlanda en los años 1840, con la muerte de millones de personas y la emigración masiva de otras tantas, principalmente a EE.UU. El patógeno se encuentra íntimamente asociado a su hospedero, la papa, y aparentemente se ha diseminado a través del mundo mediante tubérculos semilla de papa infectados (TSP).
Dado las pérdidas que esta enfermedad provoca en el mundo, se utiliza una gran cantidad de agroquímicos en su control, muchas veces en forma indiscriminada, sin considerar su efecto sobre el medio ambiente y los costos de producción. Se estima que las pérdidas por Tizón tardío pueden llegar a un 10 a 15% de la producción mundial de papa, con un costo anual de 3 billones de dólares por concepto de pérdidas comerciales y costos de aplicación de fungicidas. A nivel mundial, la experiencia de los agricultores en los últimos años señala que las epidemias de Tizón tardío tienden a presentarse más temprano en la temporada de cultivo y en forma menos predecible. Los estudios realizados han determinado que las nuevas poblaciones del hongo son más agresivas, sus esporas germinan más rápido y requieren un corto período crítico de humedad sobre las hojas.