Tizón temprano, causado por el hongo Alternaria solani, es una de las enfermedades de importancia que ataca al cultivo de papa durante cada temporada en las distintas zonas productoras del mundo. Se expresa mayoritariamente en áreas donde las condiciones climáticas son cálidas y secas alternadas de períodos de alta humedad.
En Chile, se posiciona como la segunda enfermedad foliar más relevante luego del Tizón tardío causado por Phytophthora infestans. Si bien, no existen datos concretos sobre la incidencia y porcentaje de pérdidas asociadas a esta enfermedad en el país, se ha observado un aumento de la expresión del patógeno en condiciones de campo durante las últimas temporadas. Probablemente a causa de las condiciones ambientales predominantes actualmente, como veranos más calurosos y secos, alternados con lluvias, sumado a la implementación de sistemas de riego en el cultivo. Esto se traduce en temperaturas más cálidas y favorables para el patógeno y un aumento de la humedad relativa.
Esta enfermedad se caracteriza por producir una prematura y progresiva defoliación que conlleva a una disminución en la capacidad fotosintética, generándose un desequilibrio entre la demanda de nutrientes en los tubérculos y el suministro de las hojas, conduciendo a una reducción en tamaño y calidad de los tubérculos. Se ha reportado, que lo anterior, puede ocasionar pérdidas anuales en rendimiento de hasta un 30%, disminuyendo significativamente la rentabilidad de la producción de papa.